Caminando en soledad brinda la oportunidad de explorar, aquietar nuestras mentes, reflexionar sobre ideas y concebir nuevos conceptos. El mismo acto es un contraataque al ritmo implacable de la vida en la sociedad moderna, donde estamos sobre estimulados y bombardeados con información, solicitudes y notificaciones.
Y como nos ha demostrado la historia, algunos de los más grandes pensadores y creadores también fueron caminantes habituales. Desde Aristóteles hasta Beethoven y Henry David Thoreau, aquí hay algunos pensadores famosos de la historia que se han beneficiado de dar un paseo.
Pensadores famosos que caminaban rutinariamente
1. Henry David Thoreau
Henry David Thoreau, autor de Walden, fue uno de los caminantes más famosos del mundo. Defensor de pasar tiempo a solas en la naturaleza, escribió:
"Pienso que en el momento en que mis piernas comienzan a moverse, mis pensamientos comienzan a fluir".
Henry David Thoreau
Caminar era una práctica creativa, mental y espiritual para Thoreau. A menudo enfatizó la importancia de caminar sin una metadefinida, una práctica cualquiera Flâneur .
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2. Virginia Woolf
Virginia Woolf, famosa feminista y diosa literaria, fue una de las escritoras más reconocidas de Inglaterra por utilizar la técnica de la corriente de la conciencia. También era una ávida caminadora.
Como parte de su proceso de escritura, recitaba sus borradores en voz alta durante sus caminatas diarias.
Su amor por caminar es evidente en su escritura, donde es un tema recurrente en muchas de sus obras.
En Sra. Dalloway, por ejemplo, el personaje principal Clarissa camina por Londres usando “monólogo interior para representar la memoria y los espacios urbanos”. El acto de caminar en sí mismo es lo que conecta a los personajes del libro.
Su pieza de 1927 Embrujo de la calle, la narradora entra y sale de la mente de los transeúntes mientras pasea por las calles de la ciudad observando.
Una entrada de diario de unos años más tarde insinúa más sobre cómo solía caminar como parte de su proceso de escritura. Como ella señaló, “caminar solo en Londres es el mejor descanso”.
3. Albert Einstein
Además de su reputación de súper durmiente (más de 10 horas por noche), Albert Einstein era un caminante devoto. Quizás la combinación de los dos contribuyó a su genialidad.
Durante su mandato en la Universidad de Princeton, por ejemplo, normalmente caminaba una milla y media de ida y vuelta todos los días mientras refinaba sus pensamientos y teorías sobre la mecánica cuántica.
4. Charles Darwin
El padre de la teoría evolutiva moderna construyó caminar en su rutina intelectual. Charles Darwin realizó tres caminatas de 45 minutos todos los días durante gran parte de su vida.
Había un camino de grava cerca de su casa en Kent, donde él conducía su deambular, pateando guijarros mientras caminaba. paseando y teorizado.
5. Ludwig Van Beethoven
Caminar ayudó a impulsar el musical de Beethoven creatividad. También cumplió su amor por la naturaleza y le sirvió como una forma de terapia.
Tomaba breves descansos durante su jornada laboral para despejar su mente, e hizo un ritual para dar un paseo más largo cada tarde. Llevaría papel y un bolígrafo para cuando le llegara la inspiración.
6 y 7. Sócrates y Aristóteles
Tanto Aristóteles como Sócrates utilizaron el caminar como pedagogía para procesar, enseñar y aprender. Al igual que Sócrates antes que él, Aristóteles dirigía sus conferencias a sus alumnos, los peripatéticos, mientras caminaba por el recinto del Liceo con sus libros en la mano. Los primeros filósofos griegos vinculaban inextricablemente el pensamiento al caminar.
8. Federico Nietzsche
Friedrich Nietzsche solía caminar en soledad no solo para despejar su mente sino también para estimularla.
Para Nietzsche caminar era más que una mera relajación, era donde mejor trabajaba. Traía un bloc de notas y papel y anotaba los pensamientos a medida que se le ocurrían.
Su máxima “Todos los grandes pensamientos se conciben caminando” nació de la experiencia: al escribir sus obras, caminaba solo hasta ocho horas al día.
De hecho, El vagabundo y su sombra fue escrito casi en su totalidad a pie.
9. Immanuel Kant
Immanuel Kant también realizaba caminatas diarias para reforzar sus rígidas rutinas y su autodisciplina como erudito.
Su itinerancia ritualista no pretendía ser una práctica física, sino más bien una escape de su arduo trabajo.
10. William Woodworth
El renombrado poeta romántico William Wordsworth era un amante de la naturaleza, y su afinidad por el mundo natural a menudo lo llevó a dar largos paseos reflexivos. Encontró una profunda inspiración en los pintorescos paisajes del Distrito de los Lagos, donde solía caminar durante horas. Estos paseos se convirtieron no solo en un medio de transporte, sino en una parte vital de su proceso creativo.
Los poemas de Wordsworth reflejan con frecuencia sus experiencias al caminar, llenos de vívidas imágenes de la campiña inglesa. En sus largos paseos, desarrolló y ponderó sus ideas, dejando que la belleza de naturaleza para informar su filosofía y poesía. Para Wordsworth, caminar era más que un mero ejercicio, era una experiencia existencial, una forma de conectar con la naturaleza y un camino para comprenderse a uno mismo.
11. Carlos Dickens
Conocido por sus representaciones detalladas y coloridas del Londres victoriano, Charles Dickens era un ávido caminante. Los paseos de Dickens eran largos y, a menudo, nocturnos, y tenían lugar a altas horas de la noche cuando las calles estaban tranquilas. Estos paseos no eran solo por placer sino también parte esencial de su escribiendo proceso.
Dickens caminaba hasta veinte millas en una sola salida, explorando los distintos barrios de la ciudad. Estos viajes lo ayudaron a absorber la atmósfera de Londres, comprender a su gente y recopilar los detalles sensoriales que hacen que sus novelas sean tan vívidas e inmersivas.
Sus paseos nocturnos le permitieron ver un lado diferente de la ciudad, uno que influyó en su interpretación de los aspectos más ásperos de Londres. El hábito de caminar de Dickens lo conectó profundamente con la ciudad y sus habitantes, y esta conexión es palpable en sus escritos. Sus novelas están llenas de la vida y la energía de las calles, un testimonio de la inspiración que obtuvo de sus muchos kilómetros a pie.
Preguntas frecuentes sobre caminantes famosos
¿Por qué los grandes pensadores practicaron caminar?
Muchos grandes pensadores practicaron caminar porque ayuda en el pensamiento creativo y la resolución de problemas. Caminar puede estimular el flujo de sangre al cerebro, fomentar un estado de meditación y brindar un descanso del trabajo concentrado, lo que permite que los pensamientos fluyan libremente. Algunos creen que el ritmo de caminar propicia un ambiente propicio para generar ideas y reflexiones.
¿Los paseos te ayudan a pensar?
Sí, las caminatas pueden ayudar a pensar. El acto físico de caminar estimula la circulación sanguínea, incluso al cerebro, y puede fomentar un estado meditativo y relajado. Este entorno a menudo conduce a un pensamiento más claro y a la generación de nuevas ideas. Caminar puede ser una herramienta útil para la lluvia de ideas, la resolución de problemas y el pensamiento reflexivo.
¿Qué dijo Aristóteles sobre caminar?
Se sabía que Aristóteles caminaba mientras enseñaba, y su escuela de pensamiento incluso se denominó Escuela Peripatética debido a esta práctica. El término “peripatético” proviene de la palabra griega “peripatein”, que significa “caminar arriba y abajo”. Aristóteles creía en la conexión entre el movimiento físico y la actividad intelectual, aunque no se registran citas específicas sobre caminar.
¿Qué filósofos amaban caminar?
Muchos filósofos han disfrutado caminando, incluido Aristóteles, quien enseñó mientras caminaba por los pasillos cubiertos del Liceo. Friedrich Nietzsche, Henry David Thoreau, Immanuel Kant y Søren Kierkegaard son otros ejemplos de pensadores que consideraron que caminar era esencial para sus procesos intelectuales. Algunos lo vieron como un medio para aclarar sus mentes, mientras que otros encontraron inspiración en el mundo natural.
Palabra final
No es solo para estar en forma o para perder peso. Caminar también puede tener beneficios cognitivos, razón por la cual muchos de los pensadores más influyentes de la historia eran caminantes habituales.
Si buscas mejorar tu concentración y creatividad en el trabajo, intenta tomar un breve descanso cada hora y da un paseo rápido en lugar de desplazarte sin pensar.
Hemos recopilado algunos personajes históricos famosos que hicieron de caminar parte de su rutina (y nos gusta pensar que estarían orgullosos de ser parte de esta lista de flâneurs).
¿Cuáles son sus formas favoritas de incorporar caminar en su rutina? ¿Compartes nuestro amor por todo lo cultural como museos y galerías? ¿O te atraen más los paseos por la naturaleza con mucho aire fresco?
¡Háganos saber dejando un comentario a continuación!
Publicado originalmente: 30 de agosto de 2019
Esta entrada tiene 4 comentarios
La música de Beethoven es la naturaleza misma. Es como alejarme de la ciudad cada vez que escucho su música.
¡Gracias por compartir Jacobo! Tan talentoso, y me encanta que también fuera un caminante habitual.
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