Estamos en un viaje que se desarrolla en tiempo real. Nunca llegamos a un destino, siempre estamos en un estado de cambio. Por eso es importante saborear cada momento del viaje. El destino en sí mismo nunca existe realmente, siempre es solo el punto de partida de la siguiente etapa. Solía pensar que la vida consistía simplemente en alcanzar el siguiente hito, el siguiente destino, el siguiente punto de control, la siguiente tarea pendiente. Pero he llegado a la conclusión de que